Con la llegada del calor, se disfruta mucho más la “llegada” de algunas de las frutas más deliciosas y frescas de temporada, dado que ayudan no sólo a calmar la sed, sino a refrescarnos tanto por dentro como por fuera. una fruta verdaderamente exótica, a la vez que deliciosa, cuyo jugo puede refrescar a más de uno/a en cualquier momento. En esta época de sol y vacaciones es oportuno destacar las bondades de uno de los regalos de la naturaleza más saludables y deliciosos, el coco.
Historia
El origen del cocotero parece situarse en las islas del Océano Pacífico, con climas tropicales y subtropicales, desde donde se extendió a Centroamérica y Mar Caribe.
En el siglo XVI cuando Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés observó por primera vez la presencia de cocoteros en la costa del Pacífico centroamericano. Durante este siglo y el siguiente, avanzaría su cultivo hacia otras zonas de Sudamérica y costas e islas atlánticas. Españoles y portugueses, en sus viajes a América durante los siglos XVI-XVII, introducirían el coco en el África tropical.
El cocotero era una palmera muy apreciada, ya que de él se obtenía comida, bebida, vestuario (los pelos de sus capas exteriores) y madera para construir casetas o viviendas. Además, a partir del siglo XIX la copra se utilizaría como producto comercial en el sureste asiático.
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pero que bello ♥
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